No dejes pasar esta oportunidad para hacerte con cuadros decorativos en cuotas sin interés y con envíos a domicilio. Esta selección de cuadros para living puede ser sofisticados o estar llenos de color y vida. Además, los cuadros decorativos modernos pueden transformar un rincón en un espacio lleno de personalidad. ¡Descubrí nuestras ofertas y dale vida a tus paredes hoy mismo!
Los cuadros en la sala se deben colocar a la altura de los ojos, aproximadamente a 1.50 metros del suelo. Se recomienda centrar la obra con respecto a los muebles principales, como el sofá. Si se trata de varios cuadros, se pueden agrupar en una composición armónica, dejando unos 5-10 cm entre ellos para evitar que se vean demasiado juntos.
Existen varios tipos de cuadros decorativos, como los cuadros modernos, que se caracterizan por líneas limpias y diseños contemporáneos; los cuadros abstractos, que juegan con formas, colores y texturas; los cuadros de paisajes, que muestran vistas naturales o urbanas; y los cuadros fotográficos, que capturan momentos o lugares emblemáticos.
Los cuadros deben tener elementos como una buena composición, balance de colores y un marco adecuado que resalte la obra. Además, el estilo del cuadro debe estar en sintonía con la decoración del espacio, ya sea minimalista, clásico o moderno, para crear una atmósfera coherente.
Los cuadros abstractos representan emociones, conceptos y formas sin recurrir a una representación literal. A través del uso del color, las líneas y las texturas, buscan transmitir sensaciones o ideas que quedan abiertas a la interpretación del espectador.
Existen varios tipos de abstractos, como el arte abstracto geométrico, que utiliza figuras geométricas precisas; el expresionismo abstracto, caracterizado por pinceladas sueltas y colores intensos; y el arte abstracto lírico, que se enfoca en transmitir emociones a través de formas orgánicas y suaves.
El tamaño de un cuadro para el living depende del espacio disponible y de la proporción con los muebles. Para paredes grandes, un cuadro de 80x120 cm o más puede ser ideal, mientras que para espacios más pequeños, se recomienda un cuadro de 50x70 cm o una composición de varios cuadros más pequeños para crear un impacto visual sin sobrecargar el ambiente.