Cuando Finn Juhl vio por primera vez esta silla, inmediatamente notó su característico respaldar y la llamó The Peacock Chair -un nombre que quedo ligado a la silla por siempre. Sus líneas conscientemente modernas no son meramente una cuestión de miradas. Más bien, el barrido de espalda con sus extravagantes formas de palos son una hazaña de la estética ergonómica. La parte plana de los palos le da su aspecto de pavo real. Esta réplica busca ofrecer una opción ideal para descansar después de un largo día.